miércoles, 28 de abril de 2021

ANÁLISIS SINTÁCTICO DE UNA ORACIÓN PASIVA REFLEJA CON VARIAS SUBORDINADAS

 Voy a analizar sintácticamente una oración que vi el otro día en un consultorio médico, y que puede servir para ayudar a los estudiantes de Lengua de ESO, bachillerato y primeros cursos de la universidad:

SE RUEGA A TODOS LOS PACIENTES QUE, ANTES DE PASAR A CONSULTA, NO OLVIDEN RECOGER SUS ANÁLISIS EN EL CENTRO MÉDICO.

Toda la oración es una oración pasiva refleja, cuyo predicado es "Se ruega a todos los pacientes" y el sujeto es "que, antes de pasar a consulta, no olviden recoger sus análisis en el centro médico". Se trata de un sujeto paciente, ya que toda oración pasiva tiene sujeto paciente.

A) Vamos a analizar primero el predicado puesto que es más sencillo:

El núcleo del predicado es se ruega. El pronombre se se analiza, en este caso, junto con el verbo puesto que es la marca de la pasiva refleja.

A todos los pacientes es un SP que funciona como CI de se ruega.

B) Vamos ahora con el sujeto: que, antes de pasar a consulta, no olviden recoger sus análisis en el centro médico.

El sujeto empieza con la conjunción subordinante que. Dicha conjunción introduce una proposición subordinada sustantiva de sujeto. Todo el sujeto es eso: una proposición subordinada sustantiva de sujeto.

Dentro de esta proposición subordinada hay tres verbos: pasar, olviden y recoger. El verbo principal y núcleo de la subordinada sustantiva de sujeto es olviden. El sujeto está omitido, es ellos, y se refiere a todos los pacientes.

Olviden tiene tres complementos:

- El adverbio de negación no, que funciona como modificador oracional y hace que la subordinada sea exhortativa negativa desde el punto de vista de la actitud del hablante.

- Recoger sus análisis en el centro médico. Esto es una proposición subordinada de infinitivo que funciona como CD de no olviden. Por tanto, sería una proposición subordinada sustantiva de complemento directo. El sujeto de esta proposición es ellos, que está omitido. El predicado es todo lo demás. Recoger es el núcleo del predicado, y tiene dos complementos:

- El SN sus análisis, que funciona como CD de recoger.

- El SP en el centro médico, que funciona como CCL de recoger.

- Antes de pasar a la consulta. Esto admite dos análisis: uno difícil, que yo diría que es el correcto y otro fácil.

- El difícil: se trata de un SAdv que funciona como CCT de no olviden. El núcleo es el adverbio de tiempo antes. El resto es un SP que funciona como complemento del adverbio.

El SP de pasar a la consulta está formado por la preposición de, que funciona como enlace y el término pasar a la consulta. Este término es, a su vez, una proposición subordinada sustantiva de complemento del adverbio con el verbo en infinitivo. El sujeto sería también ellos, y el predicado sería pasar a la consulta. El núcleo del predicado es pasar, y el sintagma preposicional a la consulta funciona como CReg de pasar. Es un complemento de régimen y no un circunstancial de lugar porque ese complemento viene exigido por el verbo, ya que siempre que pasamos, nos trasladamos de un sitio a otro.

- El fácil: considerar que se trata de un SP introducido por la locución prepositiva antes de. Este SP funcionaría como CCL de no olviden. La locución prepositiva antes de funcionaría como enlace, y el término de esa locución prepositiva sería pasar a la consulta, y se analizaría como he explicado en el párrafo anterior.

Explicación:

Considero correcto el análisis difícil, puesto que si omitimos el SP de pasar a la consulta y dejamos sólo el adverbio antes, la oración completa tiene sentido, aunque se pierda parte de la información; mientras que si suprimimos el adverbio antes, la oración no tiene sentido.

OTRO ANÁLISIS DEL SUJETO:

A continuación, voy a explicar otro análisis del sujeto de esta oración, que considero más correcto.

Como vemos, el SAdv. antes de pasar a consulta lo hemos hecho depender en el análisis anterior del verbo olvidar; es decir, ese SAdv. lo hemos analizado como un CCT de olvidar. Pero fijémonos en que ese SAdv. está entre comas. Ello es debido a que ha sido recolocado en un lugar de la oración que, en principio, no le correspondía (esto lo ha hecho el que ha redactado la oración para marcar la gran importancia que tiene la información que nos proporciona este SAdv., porque si pasas a consulta sin llevar los análisis, el médico no te puede dar un diagnóstico como es debido). En realidad, el orden natural de todas las palabras del sujeto sería: que no olviden recoger sus análisis en el centro médico antes de pasar a consulta. El lugar de ese SAdv. estaría al final, no al principio del sujeto. Así, lo escribiríamos sin coma, ya que no lo hemos desplazado de su lugar natural.

De acuerdo con esto, debemos considerar que ese SAdv. funciona como CCT del verbo recoger, no del verbo olvidar. Es decir, "recogemos antes de pasar a consulta". De esta forma, el verbo recoger tendría tres complementos: el CD sus análisis, el CCL en el centro médico y el CCT (SAdv.) antes de pasar a consulta, el cual se analizaría por dentro de la misma forma que hemos explicado más arriba cuando lo hemos considerado CCT de olvidar.


 


sábado, 6 de junio de 2020

Garcilaso de la Vega, Soneto de Apolo y Dafne (comentario de texto)


Soneto de Apolo y Dafne (soneto XIII, Garcilaso de la Vega)

A Dafne ya los brazos le crecían
11A

y en luengos ramos vueltos se mostraban;
11B

En verdes hojas vi que se tornaban
11B

Los cabellos que el oro escurecían;
11A



5
de áspera corteza se cubrían
11A

los tiernos miembros que aún bullendo estaban;
11B

los blancos pies en tierra se hincaban
11B

y en torcidas raíces se volvían.
11A




Aquel que fue la causa de tal daño,
11C
10
a fuerza de llorar, crecer hacía
11D

este árbol, que con lágrimas regaba.
11E




¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
11C

que con llorarla crezca cada día
11D

la causa y la razón por que lloraba!
11E

Comentario del texto
1.      Localización y tema:
Se trata de uno de los más famosos sonetos de Garcilaso de la Vega, gran poeta renacentista español de la primera mitad del siglo XVI, que introdujo en España, junto con su amigo Juan Boscán, el gusto por las nuevas formas métricas y por la temática de la poesía italiana del Renacimiento.
En este soneto, Garcilaso recrea el mito de Apolo y Dafne. La ninfa Dafne se convierte en árbol para librarse del enamorado Apolo, al cual ella no quería. Se trata, por tanto, de un tema de amor – desamor.
2.      Estructura métrica:
Como se puede ver, se trata de un soneto: catorce versos repartidos en dos cuartetos y dos tercetos.
Desde el punto de vista métrico, todos los versos son endecasílabos (de 11 sílabas). Hace todas las sinalefas excepto en los versos 5º y 7º, que hay sendas dialefas, es decir, no se hace la sinalefa:
verso 5º: de / áspera (no hay sinalefa entre de y áspera).
verso 7º: se / hincaban (aquí, la falta de sinalefa puede ser debido a que la h de hincaban seguía siendo aspirada).
La rima es consonante, como corresponde a los cuartetos y tercetos que componen los sonetos. En los tercetos no se da el encadenamiento, sino que hay tres rimas distintas que se repiten en orden dos a dos. La parte que rima de cada verso está subrayada.
3.      Comprensión del texto y estructura del contenido:
El soneto no tiene problemas importantes de comprensión, si bien, convendría explicar el significado de tres palabras:
- En el verso 2º, el adjetivo luengos, poco usado actualmente. Es sinónimo de largos.
- En el verso 4º, el verbo escurecían. Se decía así en la época de Garcilaso. Hoy decimos oscurecían.
- En el verso 12º, la palabra tamaño. Fijémonos en que va acompañando al sustantivo mal, y, por tanto, es un adjetivo. Significa tan grande. Es decir: ¡oh mal tan grande!
En cuanto a la estructura, el soneto se divide claramente en dos partes:
1ª parte: los dos cuartetos. Tratan de la transformación de Dafne en árbol.
2ª parte: los dos tercetos. Lamentos de Apolo por la transformación (metamorfosis) de Dafne. Las lágrimas de Apolo son como agua de riego, y hacen que Dafne sea cada vez más árbol.
4.      Comentario literario:
a)      Cuartetos
En cada dos versos de los cuartetos se habla de la transformación de una parte del cuerpo de Dafne:
Versos 1º y 2º: los brazos > luengos ramos
Versos 3º y 4º: verdes hojas < cabellos
En este primer cuarteto, los brazos se transforman en luengos ramos, y los cabellos, en verdes hojas. Nótese que brazos y cabellos (partes del cuerpo de Dafne) están en los versos exteriores del cuarteto, mientras que aquello en lo que se convierten está en los versos interiores del cuarteto. Aquí hay, por tanto, un quiasmo (estructuras cruzadas). También podemos observar que las palabras ramos y hojas van acompañadas de sendos epítetos: luengos  y verdes (típica función ornamental del epíteto). Además, tenemos una metáfora tópica e hiperbólica referida a los cabellos: que el oro escurecían. Es tópica porque en el Renacimiento y en el Barroco es muy frecuente la identificación del cabello de la dama con el oro (la dama es rubia: ser rubia es una parte del ideal de belleza femenina en el Renacimiento). Es hiperbólica porque se trata de una exageración: si los cabellos hacían oscurecer al oro es porque relucían más que el oro. Hay, por tanto, una hipérbole para poner de manifiesto la hermosura de Dafne.
Versos 5º y 6º: áspera corteza < tiernos miembros
Versos 7º y 8º: blancos pies > torcidas raíces
En el segundo cuarteto, también hay quiasmo, pero al revés que en el primero. Aquí, las partes del cuerpo de Dafne (miembros y pies) están en los versos internos del cuarteto, mientras que aquellas cosas en lo que se convierten están en los versos exteriores. Hay que resaltar en este cuarteto que, tanto las partes del cuerpo de Dafne como aquellas cosas en las que se convierten, van acompañadas de epítetos: tiernos miembros, blancos pies; áspera corteza, torcidas raíces. Los epítetos que se refieren al cuerpo de Dafne tienen connotaciones positivas: tiernos y blancos; mientras que los epítetos que se refieren a aquello en lo que se convierten tienen connotaciones negativas: áspera y torcidas. Con estas connotaciones podemos interpretar que el poeta o narrador de la historia siente un gran pesar por la metamorfosis de Dafne: Dafne es hermosa, pero no es tan hermoso aquello en lo que se está convirtiendo.
Como esa metamorfosis que está padeciendo Dafne es un proceso, que dura un tiempo, los verbos de los cuartetos referidos a la metamorfosis son pretéritos imperfectos de indicativo (tiempo verbal adecuado para indicar duración en el pasado); y, además, constituyen la rima, lo cual hace que sean más perceptibles.
b)     Tercetos
Los dos tercetos recrean el mismo hecho: la desesperación de Apolo por la transformación de Dafne. Esa transformación o metamorfosis le va a impedir cumplir su deseo: que Dafne sea suya.
No existe una referencia directa a Apolo. En el soneto, el poeta se refiere a él con una perífrasis que aparece en el primer verso del primer terceto: aquel que fue la causa de tal daño. Para saber que con este verso el poeta se está refiriendo al dios Apolo, hay que conocer este mito.
La desesperación de Apolo se pone de manifiesto con su llanto, con sus lágrimas, las cuales, a modo de burla, contribuyen a la transformación de Dafne en árbol: a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol, que con lágrimas regaba.
Los verbos llorar  y crecer, situados en el centro de ambos tercetos, son el eje de los tercetos, marcan el tema de los mismos (están en los versos 10º y 13º). Con estos dos verbos, se crea un círculo vicioso: al llorar, Apolo riega el árbol en el que se está convirtiendo Dafne, y el árbol crece. Este hecho hace aumentar la desesperación de Apolo, que le produce más llanto.
En el segundo terceto, el lamento y desesperación de Apolo es quizá mayor, ya que va de forma exclamativa. En consonancia con esto podemos observar otra hipérbole: las lágrimas de Apolo, producidas por la desesperación que le produce la metamorfosis de Dafne, tienen que ser abundantísimas para que puedan hacer las veces de agua de riego.

viernes, 1 de febrero de 2019

Federico García Lorca, Canción del jinete (comentario de texto)

COMENTARIO DE UN TEXTO LITERARIO


CANCIÓN DEL JINETE































En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro,
¿dónde llevas tu jinete muerto?
…Las duras espuelas
del bandido inmóvil
que perdió las riendas.
Caballito frío,
¡qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra
sangraba el constado
de Sierra Morena.
Caballito negro,
¿dónde llevas tu jinete muerto?
La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.
Caballito frío,
¡qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro,
¿dónde llevas tu jinete muerto?
Federico García Lorca

Federico García Lorca, Canción del jinete

COMENTARIO
1.    Localización:
            Se trata de una poesía de Lorca, poeta y dramaturgo de la Generación del 27, grupo eminentemente poético, y que tomó su nombre en honor del poeta barroco cordobés don Luis de Góngora y Argote, puesto que en 1927 se cumplían 300 años de su muerte.
2.    Estructura interna y tema:
            La estructura está poco definida. Podemos decir que en los cinco primeros versos se nos presenta a un bandolero muerto, al cual su caballo conduce no se sabe adónde. Este tema es recurrente en el resto de la poesía.
3.    Estructura métrica:
            El poema presenta cinco tercetos de arte menor de seis sílabas por verso con rima asonante en é/a. Cada terceto va seguido de un pareado irregular, también de rima asonante, formado por un hexasílabo y un decasílabo. Hay cinco pareados, que funcionan a modo de estribillo. Hay dos tipos de pareados: el del “caballito negro”, que aparece tres veces, tras el primero, tercero y quinto terceto, con rima en é/o; y el del “caballito frío”, que aparece dos veces, tras los tercetos segundo y cuarto, con rima en í/o. Podríamos decir que es una estructura paralelística con estribillo alternativo.
4.    Comentario:
            El poema es un canto fúnebre por la muerte de un bandolero, donde los elementos poéticos utilizados se conjugan magistralmente para expresar el dolor, el luto y el pesar por la muerte del jinete, el cual es transportado por su caballo a un lugar incierto.
            Fijémonos en que las estrofas impares aparecen encabezadas por el mismo verso: “En la luna negra”; lo cual se asocia al luto, al temor, a la tristeza. Esas estrofas van seguidas del mismo estribillo, donde vuelve a aparecer el adjetivo negro aplicado al caballo; como si el animal se contagiara de ese luto, temor y tristeza. También aparece en este estribillo la interrogación retórica del destino del jinete muerto.
            “La luna negra” es el escenario en el que tiene lugar la escasa acción del poema:
- “Cantan las espuelas”: personificación que puede indicar el movimiento de las piernas inertes del bandolero.
- “Sangraba el costado de Sierra Morena”: personificación y metonimia (sinécdoque) que indica el lugar donde solían habitar los bandoleros, y que la vida del jinete se va agotando con el fluir de la sangre.
- “Un grito y el cuerno…”: lo primero, producido por alguien que se sorprende al ver al caballo y al jinete muerto, y que está en torno a un fuego. “El cuerno de la hoguera” (la forma del humo): metáfora para abundar en lo trágico del destino del jinete por la connotación negativa de cuerno.
            También es de destacar la estrofa cuarta: “La noche espolea…”, donde la personificación pone de relieve un aliarse de la naturaleza con el destino fatal del bandolero. Ese destino fatal aparece reforzado por el verbo clavar y la metáfora pura estrellas referida a las espuelas.
            En el segundo estribillo, el adjetivo frío aplicado al caballo y la exclamación mediante la que se habla de la mancha de sangre provocada por el cuchillo nos sitúan descarnadamente ante la muerte del bandolero. Por un lado, el adjetivo frío aplicado al caballo parece indicar el contagio de la frialdad del cuerpo muerto del jinete; la exclamación reúne dos elementos positivos: perfume y flor, y uno negativo: cuchillo. Con los positivos el poeta parece elogiar, compartir el dolor y lamentar la muerte del bandolero. El cuchillo nos muestra la cruda realidad de la muerte. “Flor de cuchillo” es una metáfora pura, cuyo término real sería la forma de flor que toma la sangre que mancha la ropa del bandolero alrededor del cuchillo. Esta metáfora está formada por dos elementos antitéticos: flor (positivo), cuchillo (negativo).

domingo, 24 de junio de 2012

La Real Academia Española de hoy

Hasta una institución tan seria como la Real Academia Española se está contagiando de ese falso progresismo hoy imperante, por culpa del cual la mayoría de las cosas aparecen adulteradas, deformadas y carentes de los principios rectores originarios.

Con algunas de las últimas incorporaciones al DRAE, la Academia sigue mostrando, como lo viene haciendo en los últimos años, que no limpia, fija lo que no debe, y mucho menos da esplendor. Los académicos se han empeñado en hacerle la competencia al diccionario de María Moliner, y así, ya no tenemos un diccionario normativo de referencia, porque el DRAE se ha convertido de un diccionario de uso bis.